Lucía ha sido nuestra casa durante dos semanas mientras recorríamos la costa de Portugal desde Tavira hasta Oporto.

Surf, playa y turismo por las playas de Amoreira, Monte Clérigo, Boca de Río… Y la furgo Lucía siempre con nosotros como si fuésemes cangrejos ermitaños con nuestra casa a la espalda.

Una experiencia familiar de convivencia, orden, desorden, reparto del trabajo y deporte.

¡En cuanto podamos nos echamos otra vez a Lucía a la espalda!