La primera vez que hablé de un viaje en Camper con mi esposo e hija, tuvieron muchas dudas: ¿No hay baño? ¿No hay televisión? ¿Dormir en un camping? ¿Todo el tiempo juntos? Aún así, aceptaron intentarlo.

Volamos de Bélgica a Málaga, donde nos esperaba Gonzalo el dueño de Flamenco Campers, quien nos dio una explicación muy detallada del funcionamiento de la Furgo.

Los tres disfrutamos de la libertad y la amplitud del VW California. La cama de arriba está emparrillada.

Fuimos de Málaga a Granada, Córdoba, Sevilla y El Rocío. Este último cuenta con un magnífico camping, por lo que nos quedamos dos noches.

Después de los cinco días tuvimos la impresión de que habíamos estado fuera durante dos semanas: crecimos como  familia, tuvimos momentos muy intensos de risa y estubimos muy relajados. Conclusión: ¡volveremos a hacerlo! ¡Pronto! Y no, no echamos de menos el baño.

Hasta la vista Flamenco Campers!